lunes

Lorena Avallar

Mi formación artística parte desde el arte dramático iniciada en el año 97 hasta el año 2006, en que me entregué desididamente al arte de la Performance. Por necesidades de trabajo fuera de estrucutras tradicionales y por necesidad de experimentación y creación libres, fuera de los condicionamientos estrucutrales del que forma parte el arte teatral en nuestro país. Esta necesidad expresiva, sensitiva, intelectual y comprometida con lo social a su vez fue el impulso para encarar una carrera universitaria de Licenciatura Gestión Cultural, encontrandome hoy en las últimas materias y trabajando una tésis sobre el campo contemporaneo de la performance en Argentina. Es de esta manera que en la actualidad trabajo en el campo de la performance desde el lado de la gestión y desde el lado de la producción artistica. Con una fuerte militancia en corrientes inclusivas, de trabajo cooperativo y de creación desde la diversidad. Un ejemplo claro es HADE, Hacia un Arte del Encuentro, entre otros espacios generados y/o compartidos con artistas de otras disciplinas como es el caso de Niños Consentidos, colectivo de arte del cual formó parte desde hace tres años. En cuanto a mi trabajo en performance, bebo constantemente de todas las disciplinas y lenguajes que me sean útiles para comunicar y sensibilizar, desde lo teatral como lenguaje, la música, la literatura, la fotografía, el cortomatraje, la composición sonora, recursos de internet varios. Uno de mis objetivos más fuertes es el de generar o fortalecer la conciencia, sobre como uno es parte de su realidad social y como operan lo instituido y lo instituyente en esta realidad. Y si bien lo instituido es potente es también a su vez es un fantasma que opera en adormecer la capacidad instituyente de nuevas formas de participación en cada uno de nosotros como miembros vivos y creadores de una sociedad.